En este caso clínico, relato la exitosa recuperación de un paciente anciano que sufrió una fractura de fémur, destacando la importancia de un enfoque personalizado y multidisciplinario en su tratamiento.
El fémur, siendo el hueso más largo y fuerte del cuerpo, presenta un desafío significativo cuando se fractura, especialmente en pacientes de edad avanzada. Este es el caso de un paciente de 78 años que llegó a consulta tras sufrir una caída en su hogar, resultando en una fractura de fémur.Dada la edad del paciente y su estado de salud general, se decidió optar por una cirugía de fijación interna utilizando un clavo intramedular para estabilizar la fractura. La operación fue un éxito y permitió al paciente comenzar con la movilización asistida pocas semanas después.
El enfoque multidisciplinario fue clave en la recuperación del paciente. Un equipo de fisioterapeutas trabajó en conjunto para diseñar un programa de rehabilitación personalizado que se ajustara a sus necesidades específicas. Este programa incluyó ejercicios de fortalecimiento y estiramientos progresivos, además de una vigilancia constante para evitar complicaciones comunes en personas mayores, como la trombosis venosa profunda.
A los tres meses post-cirugía, el paciente mostró una notable mejoría en su movilidad, logrando caminar sin necesidad de muletas y recuperando su independencia.

Conclusión:
Este caso clínico demuestra cómo un enfoque integral y personalizado puede conducir a una recuperación exitosa, incluso en casos complejos como el de una fractura de fémur en un paciente anciano. La colaboración entre cirujanos, fisioterapeutas y el propio paciente es fundamental para alcanzar los mejores resultados posibles.